Música catalana y universal
Hoy he podido asistir a un concierto que podríamos calificar de "histórico". Estamos hablando de música clásica, música que por desgracia no tiene el éxito que mereciera, pues o tenemos mucha prisa y no podemos escuchar algo que suena "a antiguo" (aunque no sea así) o, si le dijéramos a alguien que escuchamos este género musical, ¿qué dirían nuestros amigos de nosotros?. Pues bien, hoy he asistido, en el marco incomparable de "la Pedrera" de Gaudí, a un concierto que evocaba otro que tuvo lugar hoy hace exactamente 75 años en la desaparecida Sala Mozart, de la ciudad de Barcelona.
Ese concierto constituyó el acto de presentación del grupo C.I.C. (Compositors Independents de Catalunya) o grupo "dels Vuit" pues ocho eran los músicos: Manuel Blancafort, Robert Gerhard, Joan Gilbert Camins, Agustí Grau, Ricard Lamote de Grignon, Frederic Mompou, Baltasar Samper y Eduard Toldrà. El concierto constituyó un hecho de gran importancia en la vida musical catalana que culturalmente había adquirido un gran vigor desde los años 20, vigor que incrementaría con la naciente República.
El grupo, heterogéneo y de tendencias estéticas muy diversas que iban desde el nacionalismo al experimentalismo, nació con idea de hacer una música de profundas raíces catalanas y de proyección internacional y una clara agrupación generacional (estilo de las generaciones del 98 y del 27 en la cultura española) que haría las veces de puente entre la generación del noucentisme y la generación perdida de la Guerra Civil. Esta Guerra Civil provocó la definitiva disolución del grupo, la dispersión de sus componentes, y truncó un período de gran vitalidad dentro del ámbito cultural catalán. A pesar de todo, la mayoría de estos compositores mantuvo su capacidad creativa después de la guerra civil, sin que esta haya podido diluír su influencia en la evolución de la música catalana.
75 años después, la música no pierde su fuerza y a la vez su calidez, no pierde su intimismo y su expansión, no pierde la pincelada y el trazo grueso... suena, sinceramente muy bien y para mí que me confieso aún ignorante respecto a esta música tan contemporánea y tan nuestra, representa un descubrimiento... descubrimiento favorecido por mi amistad con S., nieto de Manuel Blancafort y responsable de la Fundación que lleva su nombre, principal difusora de esta muestra cultural tan nuestra, y a la vez... tan universal. Por cierto, su abuelo fumaba en pipa y es objeto de la caricatura que aquí se muestra.
Una pequeña muestra de estas formas musicales: Frederic Mompou.
Los Pesebres fueron compuestos por Mompou entre 1914 y 1917. Ya en estos trabajos tan tempranos (Mompou nació en 1893), Mompou alcanzó sus objetivos de máxima expresión con el mínimo de medios. La interpretados es de C. Breemer. Estas versiones provienen de aquí.
1) Dansa
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2) L'ermita
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3) El pastor
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